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Hacia Concejos Deliberantes: ¿de puertas abiertas?

Hacia Concejos Deliberantes: ¿de puertas abiertas?

 

                                                                           Por Leopoldo Fidyka?[1]

 

 

I. Concejos abiertos


En los estudios de gestión local, se ha puesto más el foco en las formas de la participación en los ejecutivos municipales, por lo que resulta interesante abordar el desarrollo de las mismas sobre otro importante órgano de gobierno el cuerpo legislativo o Concejo Deliberante o Municipal (según sus diferentes denominaciones en la República Argentina).

Constituye el órgano representativo de elección popular de los municipios donde se expresan distintas fuerzas políticas que cumple funciones legislativas, políticas, administrativas y de contralor.


El concejo como órgano plural se convierte en un espacio de discusión, debate y constituye la caja de resonancia de inquietudes comunitarias, por ello es de vital importancia que establezca vías de comunicación y agilizar canales de participación ciudadana.  


En ese marco, ese cuerpo, está reconfigurando sus modalidades de gestión entrelazada con la búsqueda de la generación de valor público y el enfoque de Gobierno Abierto.  Este último, un paradigma que el cual conjuga en materia de políticas públicas diferentes ejes como transparencia, acceso a la información pública, rendición de cuentas junto a la colaboración, participación ciudadana e innovación pública. El Gobierno Abierto, se los pretende transversalizar a los tres poderes del Estado y específicamente en el ámbito legislativo, a través de iniciativas denominadas “Parlamento Abierto”.

 


II. Mecanismos de comunicación y participación


En diferentes municipios argentinos se han incorporado diferentes canales y dispositivos para mejorar la comunicación, la interacción y el involucramiento de la ciudadanía.

Revisando experiencias en la normativa municipal comparada argentina puede afirmarse que los Concejos Deliberantes en los últimos años han venido generando diversos mecanismos participativos los cuales pueden ser divididos en:

1. Mecanismos para la comunicación e interacción con la ciudadanía. Por ejemplo: Despachos públicos descentralizados; Concejo itinerante; Audiencias públicas legislativas e instancias con nuevas tecnológicas

2. Mecanismos para el trabajo legislativo. Ej. Participación en las reuniones de comisiones temáticas; Comisión para el Conocimiento y el Debate Ciudadano

3. Mecanismos para el impulso o ingreso de proyectos: Ej.  Petición legislativa e Iniciativa popular:

4. Mecanismos para la participación en las sesiones del tratamiento legislativo: Ej. Banca abierta, ciudadana o Del Pueblo y Procedimiento de Doble Lectura.

5. Mecanismos para la promoción legislativa y educación ciudadana: Ej. Concejo Deliberante Estudiantil o Juvenil y el caso del Voluntario legislativo.

 


III. Cuestiones a considerar


Quedan mucho por hacer desde los Concejos Deliberantes y muchas cuestiones son extra-jurídicas. Promover y gestar la participación no significa necesariamente sancionar un decálogo de mecanismos participativos, se necesitan cambios de diversa índole, hacia adentro y hacia afuera del cuerpo, realizados con creatividad, innovación, colaboración, cooperación y miradas estratégicas.


Los concejos requieren repensar y redefinir sus roles, (formales e informales) fortaleciendo sus relaciones con la ciudadanía, teniendo como norte la capacidad de respuesta orientados a una mejor satisfacción de sus demandas.

 

Resulta necesario abrir sus puertas tangibles y simbólicas de los concejos, facilitar el acceso a la información, a la producción legislativa, al trabajo interno en comisiones y a la comunicación con el Cuerpo y con cada uno de los concejales, para abrir canales para motorizar propuestas, consultas y reclamos, más con las facilidades que otorga la expansión de las nuevas tecnologías y la amplia utilización de las redes sociales.

Pero aprender a gobernar con la participación de los ciudadanos constituye un desafío para el sector público, requiere entre otras cuestiones de habilidades para escuchar, dialogar, comunicar, negociar y congeniar con partes diversas e incluso desiguales para articularlas en torno a objetivos comunes.


Los concejos requieren apostar a la formación, a la adquisición de nuevas técnicas y habilidades, con frecuencia se sostiene que hace falta capacitación (y con razón) en competencias municipales, técnica legislativa, archivo, digesto y derecho parlamentario, pero también se la requiere en una amplia variedad de habilidades “técnicas blandas” como mediación, negociación, comunicación, tecnologías, planificación, metodologías participativas para trabajar y “co-crear” con actores diversos.


Esto resulta fundamental para generar instancias de formación y espacio de debate e intercambio sobre temáticas que se van incorporando y reformulando en la agenda pública con amplia repercusión local (y política) como, por ejemplo, géneros, diversidad, democracia paritaria, ambiente, cambio climático, segregación urbana, Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre tantos otros.


En tal sentido, los concejos tienen que aprender a escuchar, a dialogar y a compartir, la ciudadanía tiene mucho para aportarles (y viceversa). En este marco, en base a nuevos paradigmas participativos, partiendo de la pluralidad y la construcción colectiva, analizar el contexto e imaginar escenarios para tomar esas ideas como insumos de planificación y evaluación, para así luego, cotejar las nuevas realidades con las normas que los regulan y revisar en consecuencia los reglamentos internos de los Concejos Deliberantes.

 

 



[1] Abogado, Magister en Dirección y Gestión Publica Local. Artículo extraído de la ponencia: “Mecanismos de Participación Ciudadana en los Concejos Deliberantes: una mirada comparada en el escenario federal”, (Fidyka Leopoldo J.) presentada en el "XVI Congreso Argentino de Derecho Político", realizado en la ciudad de Posadas, Misiones el 13 y 14 de octubre de 2022.